28 abr 2018

Las plantas crean el paisaje ...

... no el paisaje crea las plantas. Esta es un concepto que he comprendido profundamente después de un sencillo ejercicio que cualquiera puede hacer en su casa:

- Corté un trozo de planta de 'Potos' (Epipremnum aureum)
- Llené con agua mineral medio frasco de cristal
- Introduje parte del tallo en el agua
- Coloqué el frasco en mi habitación a unos 2m de la ventana

Dos meses después todavía no he tenido que reponer el agua inicial, y he observado lo siguiente:

- La planta está desarrollando un sistema de raíces nuevo completamente sumergido en el agua.
- El agua sigue incolora, no se han desarrollado mohos, ni algas y no muestra ningún proceso de fermentación ni desprende olor.
- La planta está desorrallando dos hojas nuevas, una de las cuales tiene síntomas de carencia de algún nutriente.

Conclusiones 


- Las plantas crean las condiciones para su desarrollo, a partir del aire, el agua y los minerales. Los minerales se encuentran disueltos en el agua y/o almacenados en el suelo y la materia orgánica.
- Las raíces de las plantas oxigenan el agua y esto favorece que proliferen bacterias aerobias frente a las anaerobias que producen fermentación.
- Las bacterias aerobias viven gracias al oxígeno que 'inyectan' las raíces de las plantas y los azúcares que exhudan, a su vez estas bacterias se alimentan de Nitrógeno y más Carbono que obtienen en una pequeña porción del agua, y el resto descomponiendo el polvo doméstico depositado en el agua, que está compuesto en su mayoría de materia orgánica (escamas de piel animal, arena, desechos de insectos, harina,..)

Espero observar si a lo largo del tiempo, y solamente reponiendo el agua, se va formando un sustrato parecido al suelo natural, al menos en funciones, o si por el contrario el desarrollo del sistema planta-sustrato se frena a la espera de introducir alguna nueva variable.

Importancia


Este sencillo ejercicio en mi propia experiencia sienta las bases para desarrollar un nuevo paradigma en el que las plantas tienen una importancia mucho mayor en el paisaje, ya que tienen la capacidad de crear las condiciones para que éste evolucione y permita el establecimiento de todo tipo de vida. Asímismo queda claro que las necesidades de aportaciones externas para su nutrición y desarrollo (dato variable según la especie y las condiciones ambientales en que se desarrolle) son al inicio ínfimas.

Esta comprensión impacta positivamente en la creación de nuevas estrategias mucho más eficaces y de menor consumo en la regeneración y restauración del medio natural. También evidencia la importacia de la semilla y su protección, como elemento clave para garantizar el éxito y la durabilidad de cualquier tipo de intervención paisajística.

Fuentes:


Textos:


Composición del polvo:



21 sept 2017

Ciudades habitables

Hoy en día solemos visualizar las ciudades modernas como depredadoras de la naturaleza, y las zonas rurales más amigables con el medio ambiente, pero aunque aparentemente la tendencia general podría ser esa, también hay excepciones y en algunas ciudades se están tomando medidas para evitarlo al máximo posible. De hecho muchas zonas rurales en el mundo, donde la actividad económica es principalmente agraria o productora de materias primas, también se comportan como infalibles depredadoras de la naturaleza, por tanto podríamos llegar a pensar que los asentamientos humanos –ya sean urbanos o rurales- creados por miles o millones de personas, son la expresión de lo que vive, piensa, hace y construye el conjunto de las personas que habitan en ellas.

Desde este punto de vista no hay manera de esquivar nuestra responsabilidad y pensar que "el problema es de los demás". Como individuos formamos parte del total, al igual que un ladrillo forma parte de todo el edificio. Cuando un ladrillo es maltratado, afectará levemente al conjunto, tal vez solo estéticamente. Pero si en lugar de uno fuesen cientos o miles los ladrillos deteriorados la afectación será mayor. Si en lugar de cientos o miles llegasen a ser millones, podríamos -razonablemente- empezar a temer por la integridad de todo el edificio. Al igual que las hormigas construyen sus ciudades granito a granito, cada persona aportamos nuestro insustituible grano de arena para dar forma y hacer habitable – o inhabitable - una ciudad completa.

Solemos pensar que al convivir tantas personas hacer o dejar de hacer algo por nosotros y por el medio ambiente, carecerá de importancia en el gran conjunto de la sociedad, pero resulta al contrario, pues tantas personas viviendo tan cerca unos de otros nos vuelve una especie de canalizadores de impulsos. De este modo, nuestras acciones pueden afectar directamente a todo el conjunto, tanto si son positivas como si son negativas. Podemos ver cómo lo que pensamos y hacemos se propaga rápidamente a través de los muchos canales de comunicación disponibles. Así las ciudades son un punto de inflexión importante donde comprobamos realmente si el conjunto de la sociedad se hace cargo de la importancia que tiene el cuidado del hábitat que nos rodea (la casa de todas las casas), o si por el contrario lo volvemos inhabitable. Es en las ciudades donde cuidar una planta, tener un jardín en la terraza, plantar un árbol,..., cobra una importancia esencial, ya que somos muchos y cada uno tiene la capacidad de realizar cambios importantes.

Algunos proyectos muy interesantes en este sentido tratan de transformar los edificios ya existentes en jardines, no limitando así la expansión verde a la disponibilidad o no de suelo no edificable. Proyectos como los que mostramos a continuación, donde la arquitectura, el urbanismo y el paisaje se funden e integran, abren un abanico de nuevas posibilidades para habitar las ciudades en condiciones más saludables para todo el planeta.


High Line de Nueva York.


En su origen, las vías del tren se elevaron a una altura de 10 metros para proteger la zona más industrial de Manhattan y evitar tanto atascos como accidentes. El tráfico de trenes cesó en 1980 y los terrenos quedaron desocupados.
En 2006 se reinició la actividad para su rehabilitación como un espacio urbano inspirado en el concepto de agritectura (una tendencia que fusiona aspectos de la agricultura y la arquitectura). La remodelación de la primera fase, finalizó en 2009. El recorrido del actual parque tiene una longitud de unos dos kilómetros, en los que se puede caminar, tomar algo en los puestos que encontramos durante el recorrido o descansar en los cientos de bancos que existen a ambos lados de las vías.

Bosque vertical. 

Un bosque vertical en toda su extensión. Si extendiéramos en un terreno plano toda la superficie que ofrecen los diversos ‘roof gardens‘ integrados en este edificio, nos podremos dar cuenta que se consigue un área de 10,000 m2 de bosque. Los cuales incluyen 480 árboles grandes y medianos, 250 árboles pequeños, 11,000 plantas y 5,000 arbustos. Complementando la cuestión de sustentabilidad, este edifico también cuenta con un sistema de reciclaje de aguas pluviales para el riego de la vegetación, así como la integración de paneles fotovoltaicos que proporcionan energía renovable.


Ciudad del Bosque de Liuzhou

Normalmente cuando pensamos en alguna ciudad de China, es muy probable que por nuestra mente no pase el color verde, pero la Ciudad del Bosque de Liuzhou está preparada para desafiar las percepciones sobre la vida urbana en el país y ser un soplo de aire fresco -literal y metafórico- para sus 30 mil habitantes. La nueva ciudad, construida en el área montañosa del sur de China en Guangxi, llevará naturaleza al entorno urbano, con más de 40 mil árboles y un millón de plantas que cubren cada edificio. La ciudad verde sigue una serie de proyectos de "bosques verticales"   -edificios de gran altura envueltos en verde diseñados por Stefano Boeri Architetti y construidos alrededor del mundo. Se espera que Liuzhou Forest City, que se completará en 2020, lleve el urbanismo sostenible a otro nivel. La nueva ciudad contará con todas las comodidades que se esperan de un nuevo desarrollo -como un tren rápido- con criterios de autosuficiencia energética, utilizando energías renovables como el aire acondicionado geotérmico y paneles solares en los tejados.

Fuentes:


Textos:

13 jul 2017

¿Es tan ‘malamadre’ como dicen?

Las cintas o listón como llaman a esta planta en Mexico, país en el cual también la conocen como malamadre, son unas plantas que empiezas odiando al principio del trabajo como paisajista, porque la ves tan común, tan utilizada casi por desidia en jardines descuidados y sin mucho afán por el diseño… Pero llega un momento en que te das cuenta que se trata de una planta ‘todoterreno’, muy adaptable a distintas situaciones y contextos paisajísticos, y sobretodo muy resistente y agradecida bajo condiciones difíciles para otras plantas. Es en ese momento cuando dejas de odiarla para convertirla en una de tus aliadas, en parte de tu paleta vegetal.

Es una planta que en un contexto inadecuado está totalmente de más, y en la situación correcta es un complemento de diseño casi indispensable. A mí personalmente me encanta cuando cubre el suelo sin dejar un solo espacio libre, y combinado con otras especies de porte mayor pero con el mismo tipo de hojas lineares y delgadas. Hasta hace muy poco pensé que su reproducción era una rara reproducción sexual donde las flores fecundadas daban lugar a individuos completos en la misma inflorescencia, sin pasar por el estadío de semilla. Pero investigando descubrí que tienen dos tipos de reproducción: sexual y asexual, dando lugar a frutos y semillas, y también a individuos completos en su base y en el escapo floral, pero estos últimos idénticos genéticamente (clones). Su fino raquis doblado por el peso de los hijos le ha dado el nombre en Mexico de ‘malamadre’ por el supuesto que aleja a sus hijos de ella y no los cuida en su regazo, pero aunque entrañable el nombre no le hace justicia, ya que como los magueyes (ágaves) son plantas demasiado buenas madres, muy reproductivas que aseguran su descendencia por distintas vías.

No en vano pertenecen a la misma familia botánica (las agaváceas). Sin embargo sus nichos ecológicos y estrategias de supervivencia son distintas. Mientras que los ágaves apuestan por el metabolismo inverso CAM (Crassulacean Acid Metabolism) y la acumulación de agua en las hojas para soportar todas las horas de sol y sequía posibles, las cintas acumulan agua en sus raíces que son muy carnosas, pero se desarrollan mejor a media sombra o a sombra parcial, amarilleando sus hojas cuando el clima es demasiado seco y soleado. Es una planta considerada por la NASA dentro una lista de unas 30 plantas de interior, como una de las que ayudan a filtrar elementos tóxicos volátiles que se encuentran en el ambiente dentro de hogares y lugares de trabajo.

Fuentes:

Textos:


Imágenes:
  • plantas4yu (Canal YouTube)
  • David Correa Castillo

9 may 2017

¡Caracoles! Se están comiendo mis plantas

¿Qué hago con los caracoles? Se están comiendo todas las plantas de mi jardín. Cuando me hacen este comentario, soy consciente de lo voraces que pueden llegar a resultar las decenas de caracoles que despiertan en las noches para alimentarse de las plantas de nuestros jardines. Pero a no ser que se trate de monocultivos (cultivo de una sola especie vegetal), esta afirmación difícilmente puede ser cierta. Los caracoles son selectivos alimentándose. Hay plantas muy vigorosas que nunca comen, pero al cortar sus hojas y dejarlas en el suelo, se las comerán completamente en unas pocas horas.

Esto nos puede ayudar a entender que la dieta predilecta de estos moluscos es la materia vegetal en descomposición o débil por alguna razón. Les encantan las plántulas tiernas de las especies hortícolas, en especial las de hojas comestibles, como la col, la lechuga, la acelga,.. etc., ya que estas plantas han sido seleccionadas durante siglos por el ser humano para resultar jugosas y agradables.

Los caracoles tienen muchos depredadores naturales, incluyendo otras especies de caracoles, escarabajos, serpientes, sapos, tortugas, orugas depredadoras y aves gallináceas, faisánidas, acuáticas, etc. Durante su ciclo reproductivo sus huevos son presa de varios depredadores como el ciempiés. Por otro lado la contaminación del agua y la lluvia ácida destruyen sus caparazones y los envenenan, causando la extinción de muchas especies de caracol. Además, muchos son usados en la alimentación humana en todo el mundo. Por tanto antes de intentar exterminarlos de nuestros jardines resulta conveniente cuantificar los daños reales que están provocando, su frecuencia, ya que en muchos casos solamente atacan en las épocas húmedas, y valorar si tomar alguna acción o no.

En mi caso cuando he detectado su presencia en plantas, he observado que resultan realmente dañinos cuando hay escasez de materia orgánica en el suelo, es decir, cuando el suelo donde crecen las plantas es pobre y seco. Los caracoles así encuentran en las plantas la única fuente de alimento y humedad que necesitan para vivir, y pese a que les pueden resultar más difíciles de digerir se alimentan de estas plantas vivas. En esos casos, simplemente añadiendo algo de materia orgánica, en forma de hojas secas y verdes recién cortadas, restos de la poda, o de verduras de la cocina, haremos que se olviden de nuestras indigestas plantas. Si adquirimos la costumbre de alimentar a nuestros caracoles de jardín, por un lado estaremos evitando el problema que nos pueden ocasionar y al mismo tiempo estaremos alimentando indirectamente a nuestras plantas, pues los caracoles mastican la materia orgánica, degradándola y facilitando su incorporación al suelo.

Fuentes

Textos



Imágenes

  • http://www.caracolpedia.com/
  • David Correa Castillo

30 abr 2017

¿Qué hago con las hormigas en mi jardín?

Cada vez que alguien me pregunta que hacer para evitar que haya hormigas en su jardín, no encuentro una respuesta adecuada, y en realidad no quiero encontrarla. Soy consciente que para muchas personas pueda resultar un problema encontrarlas por diversas razones. En mi opinión como todos los demás insectos tienen todo el derecho a vivir en el trozo de naturaleza que estoy cuidando cuando poseo un jardín, y trataría de convivir de la manera más armónica posible con ellas. Pero además las hormigas tienen algo especial, que en muchas personas despierta simpatía, respeto, interés, incluso fascinación. Simplemente hay que fijarse en la gran cantidad de información que se encuentra en medios populares acerca de este grupo y que no podemos encontrar con tanta facilidad respecto a otros insectos.

Las hormigas evolucionaron de antepasados similares a una avispa a mediados del Cretáceo y pertenecen a la misma familia de insectos que las avispas y abejas.Además son uno de los grupos zoológicos de mayor éxito, con cerca de 14 000 especies descritas, aunque se estima que pueden ser más de 22 000. Forman colonias de un tamaño que se extiende desde unas docenas de individuos que viven en pequeñas cavidades naturales, a colonias muy organizadas que pueden ocupar grandes territorios compuestas por millones de individuos. Han colonizado casi todas las zonas terrestres del planeta; los únicos lugares que carecen de hormigas indígenas son la Antártida y algunas islas remotas o inhóspitas.Se considera que su éxito en tantos entornos se debe a su organización social y a su capacidad para modificar hábitats, a su aprovechamiento de los recursos y a su capacidad de defensa. Se calcula que pueden formar el 15-25 % de la biomasa de los animales terrestres.

Contrariamente a la creencia popular, algunos hormigueros tienen múltiples reinas, mientras que otros pueden existir sin reinas. En colonias sin reinas, hay obreras con la capacidad de reproducirse.
La mayor parte de las reinas son las únicas hembras que son fértiles y no todas las hormigas macho son fértiles. Las hormigas machos estériles o guerreras se encargan de defender la colonia o conquistar otras colonias. Los machos alados también pueden aparearse con reinas de otras colonias; cuando se introduce en una colonia ajena, el macho es atacado por las obreras, pero entonces libera una feromona de apareamiento y, al ser reconocido como amigo, se le llevará ante la reina para aparearse.

Las hembras de algunas especies se aparean con un solo macho, pero las de otras lo hacen con varios machos. Las hembras que se han apareado buscan después un lugar adecuado para empezar una nueva colonia. Las hembras almacenan el esperma que obtienen durante su vuelo nupcial para fertilizar de manera selectiva los futuros huevos. Las primeras obreras que nacen son débiles y más pequeñas que las que nacen con posterioridad, pero empiezan a servir a la colonia inmediatamente; amplían el hormiguero, buscan alimentos y cuidan de los otros huevos. En las especies que tienen varias reinas, una de ellas puede abandonar el hormiguero, junto con algunas obreras, para fundar una nueva colonia en otro lugar.

Las colonias de hormigas pueden ser longevas. Las reinas pueden vivir hasta treinta años, mientras que las obreras viven entre uno y tres. Los machos, sin embargo, tienen una vida más efímera, y solo viven unas pocas semanas. Muchos animales pueden aprender comportamientos por imitación, pero es posible que las hormigas sean el único grupo, aparte de los mamíferos, en que se ha observado una enseñanza interactiva.

¿De qué se alimentan las hormigas?
La mayor parte de las hormigas son depredadoras generalistas, carroñeras o herbívoras directas o indirectas, pero algunas especies han evolucionado hacia una especialización en los modos de obtener alimentos. Las hormigas cortadoras de hojas (Atta y Acromyrmex) se alimentan exclusivamente de un hongo que solo crece dentro de sus colonias. Recogen continuamente hojas que después llevan a la colonia, las cortan en trozos pequeños y las ponen en jardines de hongos. Las obreras se especializan en tareas según su tamaño; las más grandes cortan tallos, las medianas mastican las hojas y las más pequeñas cuidan de los hongos. Estas hormigas son lo bastante sensibles como para reconocer la reacción de los hongos ante diferentes tipos de vegetales, aparentemente detectando señales químicas de los hongos. Si un determinado tipo de hoja es tóxico para el hongo, la colonia ya no recogerá más. Unas bacterias simbióticas que se encuentran en la superficie exterior de las hormigas producen unos antibióticos que eliminan las bacterias que podrían dañar los hongos. Los pulgones y otros insectos hemípteros secretan un líquido dulce denominado mielada cuando se alimentan de savia. Los azúcares de la mielada son una fuente de alimento con alto contenido energético, que recolectan muchas especies de hormiga. En algunos casos, los pulgones secretan la mielada en respuesta a los golpecitos que les dan con las antenas. Las hormigas, a cambio, los defienden de sus predadores y trasladan a los pulgones de unas zonas de alimentación a otras. Cuando migran a una nueva área, muchas colonias se llevan los pulgones para asegurarse un suministro continuo de mielada. Las hormigas también mantienen cochinillas para recoger su mielada. Estas cochinillas pueden llegar a convertirse en una seria plaga si hay hormigas dispuestas a protegerlas de sus enemigos naturales.

Relación entre las hormigas y el ser humano
Las hormigas desempeñan múltiples papeles ecológicos que resultan beneficiosos para los humanos, como la eliminación de plagas y la aireación del suelo.Su utilización por el hombre en el control biológico de plagas es muy antiguo. En Yemen se manejaban las hormigas para disminuir las poblaciones de plagas de las palmas datileras. En China desde la Edad Media los agricultores han regulado plagas en los cítricos con la hormiga tejedora (Oecophylla smaragdina), y han controlado algunos lepidópteros barrenadores en las plantaciones de caña de azúcar introduciendo colonias de Tetramorium guineense. Algunas hormigas exóticas a pesar de ser calificadas como invasoras son usadas en algunas regiones como controladores biológicos de plagas, por ejemplo, Pheidole megacephala en el control del tetuán del boniato en Cuba, Wasmannia auropunctata en el control de plagas de cacaotales en Gabón y Camerún, o para ahuyentar diversos insectos herbívoros con Solenopsis invicta o con Linepithema humile en los Estados Unidos. Por otro lado, las hormigas pueden convertirse en un problema cuando invaden edificios, o causan pérdidas económicas en las actividades agrícolas. Algunas especies de hormigas son consideradas plagas, y debido a la naturaleza adaptativa de sus colonias, eliminarlas por completo es casi imposible. Por lo tanto, la gestión de plagas se centra en controlar las poblaciones locales, en lugar de intentar eliminar una colonia entera, y la mayor parte de las tentativas para su control son soluciones temporales.

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